Desde su inicio en 2011 con una inversión inicial de $100,000 dólares americanos, el proyecto en La Joya, Arequipa, se ha convertido en un referente esencial como precursor en la investigación de la prefactibilidad de cultivos al aire libre. Este emprendimiento ha dejado una marca indeleble en la región, señalando un hito distintivo al resaltar la viabilidad de la agricultura en un entorno propicio caracterizado por una radiación solar abundante durante todo el año.

La planta cuenta con una diversidad de tanques y reactores diseñados para optimizar la producción de Spirulina a escala industrial. Entre ellos, destacan 6 cilindros de 1000 litros, cada uno meticulosamente equipado con aireadores para mantener condiciones ideales de crecimiento. Además, se incorporan 6 reactores de 3000 litros, también agitados con aireadores, junto con 6 reactores de 20,000 litros y 6 reactores de 100,000 litros.

La construcción de estos reactores no solo responde a la ambición del proyecto en términos de capacidad de producción, sino que también refleja un compromiso con las mejores prácticas ambientales. Cada reactor, con perforaciones estratégicamente dispuestas en el suelo, está cuidadosamente protegido por una geomembrana de alta densidad de 75 mm, garantizando un control preciso del entorno de cultivo y reduciendo cualquier impacto adverso en el ecosistema circundante.