Además, el uso de Cyanofert puede contribuir a la mejora de la calidad del suelo y la salud de los cultivos. Los bioestimulantes derivados de microalgas, como Cyanofert, no solo promueven el crecimiento vegetal, sino que también mejoran la estructura del suelo y fomentan la actividad microbiana beneficiosa.

Esto se debe a que los exopolisacáridos producidos por las microalgas proporcionan carbono orgánico, lo que favorece el desarrollo de microorganismos que son esenciales para la fertilidad del suelo.

La aplicación de Cyanofert en cultivos puede resultar en una mayor tolerancia al estrés abiótico, como sequías o temperaturas extremas, lo que es crucial en un contexto de cambio climático. Al mejorar la capacidad de las plantas para adaptarse a condiciones adversas, se pueden lograr rendimientos más altos y sostenibles, lo que es vital para garantizar la seguridad alimentaria en el futuro.

La dosis varía según el tipo de cultivo, generalmente entre 0.5 L/200L para cultivos hortícolas y 2-2.5 L/ha para frutales.